No es necesario pensar mucho, cuatrocientos años nos han
enseñado cuál es el deseo del coyote.
Al coyote se le antoja nuestra tierra, se le antojan
nuestros bosques, nuestros ríos, nuestra fatiga, se le antoja nuestro sudor.
El coyote quiere que vivamos en los arrabales de las grandes
ciudades, que por allí vivamos desnudos, muramos de hambre, que por allí nos
hagan objeto de sus engaños, nos hagan objeto de sus juegos.
El coyote desea convertirnos en sus asalariados por esto
desea que abandonemos nuestras tierras comunales, nuestros trabajos comunales,
nuestras ocupaciones de gente del pueblos, nuestro propio idioma […]
¿Qué es lo que haremos los macehuales, gente del pueblo?
¿Nos abandonaremos sin luchar?
Es necesario que una o dos palabras pongamos en nuestro
corazón, que internamente digamos, que la luz llegue a nuestros ojos, que
vivamos en plena conciencia.
Varias tareas tenemos que afrontar.
Por ahora sólo unas cortas palabras diremos, unas palabras a
sus oídos diremos.
Nosotros los macehuales no estamos en un solo lugar, estamos
dispersos, estamos regados, los de habla náhuatl en dieciséis estados, estamos
en ochocientos ocho municipios.
Por esto es necesario entender que no sólo en nuestro
rancho, que no sólo en nuestro municipio estamos.
Nosotros los macehuales estamos por todas partes de estas
tierras de México […].
Por esto bien podemos decir, aunque quisieran que
desaparezcamos, los macehuales no nos extinguimos.
Hernández (1983), citado por León-Portilla (2000) en Visión de los vencidos. Relaciones indígenas
de la conquista (17ta ed.). Pp. 187-189, México: UNAM
El pueblo o macehual es la creencia de varias actitudes que se fueron formando desde varios años atrás, en ella crecimos, nos desarrollamos y morimos para vivir en la superficie de lo que se fue formando y ahora es momento de preservar la cultura que se formo hace años y que es el origen de nuestros antepasados.
ResponderBorrarsi es momento de preservar la cultura¡¡
BorrarLos anahutlacas gente que tiene su cultura e historia y que nos ha dado la luz del conocimiento y el discernimiento de las cosas.
ResponderBorrarasí es¡
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