miércoles, 27 de julio de 2016

Fundación de Mexihco Tenochtitlan



1. “Nican mitohua motenehua ymquenin oacico. Ocallaquico yn huehuetqueh inmitohua motenehua TeoChichimeca Aztlan tlacaMexintin Chicomoztoca. Yntlltemoco. Yntlanmacehuaco ynnicanypan huey altepetl MEXICO TENOCHTITLAN. Yntenyocan yma-chiyocan ym Tenochtli ymancan yn atlihtic yn quauhtli ynequetzayan ynquauhtli ypipitzayan. Ynquauhtli ynetomayan quautli ytlacuayan. Ycohuatl yzomocayan in michin ypatlanian: ynmatlaltl yntozpallatl yninepajuhyan ynatlatlayan. Ynoncan ynihuiyotl machoco yntoltzalla ynacatzalla ynin namicoyan yninchiyelloyan nauhcapa ynepapan tlaca. Ynoncan acico motlallico ynmatlactlome yntin Teochichimeca yncococayotica motlallico ynico acico”.

1. Aquí se dice, se nombra (el) como vinieron a llegar, vinieron a entrar los ancianos que se dice, se nombra los TEOCHICHIMECAS, gente de Aztlan, Mexicanos Chicomoztoquenses, cuando vinieron a buscar tierra, cuando vinieron a merecer tierra, aquí en la gran población ciudad de MEXICO TENOCHTITLAN, su lugar de fama, su lugar de ejemplo, el lugar del asiento del TENOCHTLI, dentro del agua, el lugar donde el ÁGUILA se yergue, el lugar donde grita el Águila, el lugar donde se extiende el Águila, EL LUGAR DONDE COME EL ÁGUILA, el lugar donde es desgarrada la serpiente, el lugar donde nada el pez, el agua azul, el agua amarilla, el lugar de entronque, el lugar del agua abrazada, allá en el brazalete de plumas, dentro de los tules, dentro de los carrizos. El lugar de reunión, el lugar de espera de las diversas gentes de los cuatro lados, a donde vinieron a llegar, vinieron a asentarse los trece TEOCHICHIMECAS, quienes se vinieron a asentar miserablemente cuando vinieron a llegar.

Crónica Mexicayotl, Fernando Alvarado Tezozomoc.

jueves, 14 de julio de 2016

Séptimo mes, TEKWILWILTONTLI



Los atavíos de esta diosa eran de color amarillo, y una mitra con muchos plumajes verdes que salían de ella, como penachos alto[s], que del aire resplandecían de verdes, y tenía las orejas de oro muy fino y muy resplandeciente, como flores de calabaça. Tenía el huipil labrado con olas de agua; estava bordado el huipil con unos chalchihuites pintados. Tenía las naoas labradas de la misma obra del huipil; tenía en las gargantas de los pies atados cascabeles de oro o caracolitos blancos; estavan enxeridos en una tira de cuero de tigre; cuando andava hazían gran sonido.

Los cactles o cotaras que llevava eran texidos con hilo de algodón, y los botones de los cactles o cotaras también eran de algodón, y las cuerdas con que se atavan también eran de algodón floxo. Tenía una rodela pintada con unas hojas anchas de la yerva que se llama atlacueçona. Tenía la rodela colgando unos rapacejos de pluma de papagayo con flores en los cabos, hechas de pluma de aguila. Tenía una flocadura hecha de pluma pegada de quetzal; también plumas del ave que se llama çacuan, y otras plumas del ave que llaman teuxólotl.

Cuando bailava con estos adereços iva campeando la rodela; llevava en la mano un bastón rollizo y en lo alto como un palmo o dos ancho, como paleta, adornado con papeles goteados de ulli, tres flores hechas de papel, una en cada tercio. Las flores de papel ivan llenas de encienso; junto a las flores ivan unas plumas de quetzalli cruzadas o aspadas. Cuando bailava en el areito, ívase arrimando al bastón y alçándole a compás del baile. Diez días continuados bailava en el areito con mugeres que también bailavan y cantavan por alegrarla; eran todas las que hazían sal, viejas, moças y muchachas. Ivan todas estas mugeres travadas las unas de las otras con unas pequeñas cuerdas, la una asía de un cabo de la cuerda, la otra del otro, y ansí ivan bailando; llevavan todas guirnaldas en las cabeças, hechas de aquella yerva que se llama iztáuhyatl, que es casi como axenxos de Castilla.

Garibay K., A. M. (1969). Capitulo XXVI. En HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS DE NUEVA ESPAÑA escrita por FR. BERNARDINO DE SAHAGUN. TOMO I (2da edición). México, D.F.: Porrúa.