viernes, 29 de abril de 2016

De venados y otras cuestiones


1. [El perro-nagual]
 Y siempre las señoras hacían tortillas en canastos grandes. Siempre las hacían en la noche para el otro día llevárselas a vender. Y siempre les faltaban las tortillas. Decían: — ¿Pus qué pasaría?, ¿quién se llevará las tortillas que ponemos en los canastos para vender? Y que un día dicen que llega..., que dicen que estaban paradas espiando a ver quién y que dicen que era, pues, un perro que se llevaba las tortillas. Y sacan el machete y que le dan al perro, y se fue sangrando el perro. Y al otro día que amaneció se fueron siguiendo la sangre del perro. Entonces se siguió y se siguió, y al llegar a una casita ahí terminó la sangre. Entonces, pues, tocaron, y salieron, y era una viejita que estaba herida.
 Juana Chavel García, vendedora de “milagritos y estampitas”,1 D. F., junio, 2007.

2. [El carnicero nagual] Nos cuenta mi papá algo del nagual: dice que había un carnicero que siempre tenía mucha carne y manteca y siempre de la mejor en Todos Santos, en diciembre, y muchos guajolotes. Y una noche iba mi papá y un amigo bien borrachos cuando vieron un burro que llevaba cargando un marrano, pero bien grandote. Pero iba solo, y como no tenía dueño, que lo agarran y se fueron caminando con el burro. Pero después de un rato el burro se convirtió en el carnicero y les dijo que no lo delataran y les daba carne y manteca y dinero si querían. Y por el asombro y miedo aceptaron. Después de un tiempo lo mataron en un corral cuando se estaba robando unos guajolotes, y se hizo gente, y se acabó el nagual.
 Silvestre Moreno Romero, chófer, San Nicolás Tetipanapa, Puebla, mayo, 2007.



Moreno, A. C. (2008). Diez relatos de seres fantasticos en la tradicion oral mexicana. Revista de literaturas populares, 70. (Pdf)

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