miércoles, 2 de septiembre de 2015

amaranto ( HUAUHTLI)


Cuando ya estaba formado en esta figura, luego lo emplumaban y le hacían en la cara su propio embijamiento, es decir, rayas que atravesaban su rostro por cerca de los ojos. Le ponían sus orejas de mosaico de turquesa, en figura de serpientes, y de sus orejeras de turquesa está pendiente el anillo de espinas. Es de oro, tiene forma de dedos del pie, está elaborado como dedos del pie.”1
La palabra amaranto viene del griego, de (sin) y (marchitar, palidecer), significa “que no se marchita”. Los indígenas llamaban al amaranto huautli, y los conquistadores, bledo. El amaranto es originario del centro, Norteamérica y Sudamérica, en los países de México, Guatemala, Perú y Ecuador.
El amaranto tiene un gran valor alimenticio, pues tiene un gran contenido de proteínas, minerales y vitaminas, así como ácido fólico. Contiene el doble de proteínas que el maíz y el arroz, también es superior al que ofrece la leche. Actualmente, se consume el grano del amaranto, cereal, alegrías o granolas. Igualmente se utiliza en algunos otros procesos industrializados. El amaranto junto con el maíz y el frijol, fue uno de los pilares de la alimentación prehispánica ya que además de su grano, se consumían las hojas por sus propiedades medicinales o para algún guiso, como sopas o ensaladas. A la fecha, el maíz y el frijol aún son parte de nuestra dieta diaria, el amaranto se perdió por el choque entre culturas.
 “El amaranto solía ser el primer alimento de la mañana y el último de la tarde: Acostumbraban desayunar un tazón de atole a base de maíz o de amaranto, y antes de dormir se alimentaban con una refrescante y sabrosa bebida preparada con amaranto o chía, similar al agua de horchata. La de la tarde era la comida fuerte, y en ella se consumían maíz, frijol y salsa de chile, acompañándolos con tamales de maíz o panes de amaranto.” 2
El amaranto fue tan importante en la vida diaria de los mexicas, que fue utilizado en rituales, para hacer el cuerpo de los dioses o las figuras divinas, las mujeres preparaban una masa de amaranto amasado llamada tzoalli, con la cual se hacían las figuras de los dioses para los rituales, al final del ritual, todos comían la carne del dios y era comida con mucha reverencia. Además de usar esta masa para la realización de los cuerpos, se ocupaba para fabricar otros objetos rituales usados como ofrendas. Era con lo que se hacía la figura de Huitzilopochtli en la fiesta de Toxcatl o la figura de Chicomecóatl en la fiesta de Huey tozoztli.
Debido a la importancia que tenía el amaranto en la vida ritual de los mexicas, los misioneros cristianos decidieron erradicar su cultivo y así mismo, su consumo, se impusieron fuertes castigos a quien lo cultivara o lo poseyera, por ello fue que casi desaparece de Mesoamérica y actualmente no forma parte de nuestra alimentación diaria, como debiera serlo.
“De esta manera, el celo religioso de los conquistadores, que buscaba erradicar prácticas religiosas paganas, destruyó el balance de la dieta de los pueblos indígenas, la cual no se ha podido recuperar en los más de quinientos años que han transcurrido desde entonces”.3

Bibliografía:
·         Visión de los vencidos. Miguel León Portilla.
·      3. AMARANTO: HISTORIA Y PROMESA. Raúl Hernández Garciadiego, Gisela Herrerías Guerra. Artículo publicado en Tehuacán: Horizonte del Tiempo Vol. 1 Patrimonio Histórico de Tehuacán A. C. México. 1998 529pp.
·         Animales y plantas en la cosmovisión mesoamericana. Yólotl González Torres.

·         http://www.amaranto.com.mx/vertical/faq/faq.htm

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